Vive, Ama y Ríe
Vive, Ama y Sonríe
A veces me pregunto cuántas veces no habremos empezado un nuevo año con un Deseo de Año Nuevo, tal y como, por ejemplo, perder ese peso extra, o dejar un mal hábito, pagar nuestras tarjetas de crédito, sólo para ver cómo regresamos a los viejos hábitos, aunque los disfracemos de un falso sentido de la normalidad. Sin embargo, no tiene por qué ser así.
Todavía recuerdo cuando, hace años, decidí que iba a dejar de fumar, empezando el 1 de Enero. Algunas de mis amistades, incluso algunos de mis familiares, estaban tan acostumbradas a ver cómo empezaba el año nuevo con una promesa de cambio sólo para dejar de ser constante meses más tarde que, cuando mencioné que iba a dejar de fumar de una vez y por todas, me dieron la razón más por buena educación que por convicción, ante mis ojos incrédulos. Yo sabía que mi trabajo me había costado tener tanto apoyo, o falta de apoyo, más bien, según cómo se mire, pero aún así esperaba una nueva oportunidad, una ocasión más para demostrar al mundo que sí lo podía lograr.
No fue hasta que no dejé de preocuparme por lo que las demás personas pensaran de mí que empecé a concentrarme en mi propia opinión, y tuve éxito en la búsqueda de mi voz. No le conté a nadie más mi resolución, y, entonces, empecé a dividir mis días en porciones más pequeñas, con el fin de luchar en mi guerra personal contra el tabaco. Pues sí. Un trocito de papel tenía tal control sobre mi vida que era incluso embarazoso. Yo, que siempre me había vanagloriado de mi sentido del autocontrol y perseverancia, supuestamente no tenía ningún control sobre el tabaco tan pronto como veía a álguien fumando un cigarro.
Los primeros días me resultaron muy familiares: Las hormigas corriéndome por las piernas y los brazos, la falta de paciencia tan pronto como álguien me preguntaba si tenía un cigarro on un mechero, y esa necesidad insaciable de caminar, correr, subir muros, ir al Kilimanjaro, volar a la luna, o como quieran llamarlo. Yo sabía que estaba en problemas si seguía viviendo mi vida con las mismas rutinas: Quedando con mis amistades y sentándonos en el patio del restaurante después de cenar, Yendo al cine y paseando despacio después de la película mientras comentábamos qué tal nos pareció la película, tomándonos el café de la tarde y sentándonos en un parque para planear nuestro siguiente viaje en coche ... Tenía que evitar estas situaciones a toda costa si quería tener éxito en mi nueva misión: Vivir una vida libre de tabaco.
Durante los seis meses que siguieron perdí algunas amistades que no me apoyaron en mi viaje, me alejé de otras amistades que no respetaron mi decisión, y -sorprendentemente- hice nuevas amistades que, así, casi de la nada, me aceptaron en su círculo como si nos conociéramos de toda la vida.
Hoy hace diecinueve años que dejé el tabaco. En un momento determinado de mi vida, años atrás, pensé que nunca iba a poder ser capaz de hacerlo y conseguir este objetivo. Lo había intentado un total de doce veces, una de ellas durante año y medio. Me imagino que se preguntarán qué fue lo que ocurrió en 1999 que me hizo dejar el tabaco definitivamente. Bueno, pues vi un mensaje en la televisión que me hizo abrir los ojos a la verdadera cara del tabaco: El cáncer de pulmón y las enfermedades respiratorias. Sinceramente, me dio miedo. Yo quería vivir, amar y reír. El tabaco no era mi amigo, sino mi enemigo.
Quien quiera que haya dicho que los cambios son fáciles no tiene ni idea de lo que está diciendo. Los cambios son crueles, dolorosos y muy difíciles. Sin embargo, también son necesarios y beneficios, una vez que los hemos conquistado, y somos capaces de ver los obstáculos en el camino por lo que verdaderamente son: Baldosas que allanan nuestro camino y puentes de entendimiento
Ahora que puedo decir que vivo una vida libre del tabaco, tengo la autoridad moral para decirle a mis hijos adolescentes que fumar es perjudicial para su salud. Y me alegra compartir que mis hijos me escuchan. Confían en mí. Aunque sólo sea por estas razones, dejar de fumar es, hasta ahora, una de las mejores decisiones que he tomado en toda mi vida.
Comments
Post a Comment